La
utilización de las tecnologías de la información y comunicación como recurso
didáctico, en la respuesta educativa a los alumnos/as con TEA y más concretamente en el ámbito de
la comunicación alternativa, confiere a ésta una nueva dimensión, al ofrecer posibilidades
vedadas a los recursos tradicionales. No
se nos escapa que la imagen, el sonido y la imagen en movimiento nos ofrecen
claves motivacionales y de atención formidables.
En el contexto de la tecnología de ayuda el abanico de
posibilidades de la comunicación alternativa, se extiende a tres campos: los tableros de comunicación, los
comunicadores electrónicos y los ordenadores personales ( Alcantud, 1995).Todos
éstos sistemas de comunicación utilizan claves ideográficas, pictográficas o
gestos, dependiendo del tipo de sistema de comunicación que sustenten.
Los
tableros de comunicación: son ayudas técnicas básicas ( Basil,1988). De
forma general constan de superficies sobre las que se colocan elementos o
símbolos que representan mensajes ( signos, palabras, fotografías,…). Para
comunicarse el alumno señala los símbolos del tablero con el dedo, la mirada, o
cualquier otro acceso alternativo, como licornio, lápiz óptico o teclado
adaptado ( Soto, F.J. 2001).
Los comunicadores
electrónicos: permite
a las personas con TEA usuarias de sistemas comunicativos alternativos,
comunicarse con cualquier otra persona, a través de la escritura o la salida en
voz artificial de los mensajes elaborados a partir de pictogramas o ideogramas
( Escoin,2000). Estos comunicadores son portátiles y pueden funcionar por
baterías para facilitar su transporte.
Existen diversos y variados
comunicadores electrónicos que nos permiten desde elaborar mensajes básicos
hasta almacenar un gran números de mensajes pregrabados. Los más sencillos se
basan en pequeños aparatos con una o más teclas, en las que al pulsar sobre
ellas se producen mensajes de voz digitalizada ( BigMac). Para Basil (1998),
éstas ayudas 2 “ están pensadas y diseñadas para que las personas puedan
mantener una conversación social breve, para ejercer algunas funciones
comunicativas como hacer demandas o contentar en una situación muy concreta”.
En el otro extremo nos encontramos
con comunicadores más sofisticados, que permiten utilizar diferentes niveles de
vocabulario y almacenamiento de léxico. Algunos de éstos comunicadores utilizan
el Minspeak, un sistema pictográfico de comunicación aumentativa, que por medio
de secuencias de dos o tres símbolos es capaz de codificar cientos de palabras
y frases. Los comunicadores Charbox, Alpha Talker y Delta Talker, utilizan este
sistema. Estos comunicadores, además, permiten ser utilizados como herramienta
de valoración o como herramienta de desarrollo de capacidades.
Los
ordenadores personales: son también susceptibles de ser utilizados como
ayudas técnicas para la comunicación con unas características semejantes tanto
a los tableros de comunicación, como a los comunicadores electrónicos (
Basil,1988). El “ software” se puede adaptar a las capacidades y necesidades
comunicativas del usuario. Además hoy en día existen en el mercado modelos
portátiles que conceden gran autonomía y un uso funcional de los mismos en
entornos variados ( Alcantud,1995).
Por otro lado, cada vez es más
numerosa la presencia en nuestro país de recursos multimedia cuyo objetivo es
la enseñanza y el aprendizaje de sistemas de comunicación alternativos. Los
programas “ Boadmaker “, “Hola amigo” , “ TComunica”, “Diccionario multimedia
de signos Schaeffer…son buena prueba de ello.
El objetivo de éstos recursos es
facilitar el aprendizaje de éstos sistemas aprovechando las potencialidades de
los programas multimedia, entendiendo como tal “ aquel capaz de presentar
información textual, sonora y audiovisual de modo integrado y coordinado:
gráficos, fotos, secuencias de vídeo, gráficos animados…” ( Bartolomé, 1994).
“
Tecnologías de ayuda y comunicación alternativa y aumentativa en personas con
trastornos del espectro autista”
Francisco
Tortosa Nicolás y Manuel Gómez Villa.
Desde mi punto de vista, éstas
herramientas constituyen en la intervención con personas con TEA un potente
recurso porque ofrecen un entorno y una situación controlable ya que son
predecibles; su capacidad de motivación y refuerzo es muy alta, favoreciendo la
atención y disminuyendo la frustración ante los errores. Además favorecen el
trabajo autónomo, así como el autocontrol. Se adaptan a las características de
cada uno, respetando su ritmo de aprendizaje.